Para qué ser luna

En círculos rondo el porvenir de tus caderas
pisando los ritmos que danzan tus disfraces;
¿cómo será que de la nada naces
y aun al morir me desvivo, deshojando las esperas?
¿Cuál será la ley que hilvana tus encajes
y que rompe las costuras de mi caja de madera?

Son tus manos caprichosas las que rompen la baraja
y deciden a qué hora diligente el sol se pone,
marcan tiempo y el camino por el cual al fin asome
mi semblante, un tanto triste, si tu anhelo así dispone
– y así paso yo mis días, esperando por tus noches.

Luna soy, pues luna me haces,
y destellan mis suspiros con la luz que tú me arrojes:
si anocheces prenderé con la lumbre de otros soles
o seré oscuridad si la noche no la traes.

Y sol quiere ser la luna
para que nunca se apague

 

Este poema fue publicado en el libro Leyendo Poesía in London © Todos los derechos reservados. El libro puede ser adquirido en el menú Tienda.

Lee el poema «Para qué ser luna» de @dominguezireig

Nada

No queda paz en tus tierras
ni tu bandera es ya blanca,
aquel sol del mediodía
es frío
                ¡pero quemaba!
y la luna ya no trae
mareas a nuestra playa
– y mira que hasta ayer
lo hermosa que brillaba.

En nuestro jardín no hay flores
por más que yo las regaba
ni vienen ya las abejas
porque andan asustadas
– nada puede ya crecer
abonado en mar salada.

Y aunque antes nuestra cama
era toda risa y fiesta
se recoge ya la orquestra
sin pompa pero sin drama;
qué solución más funesta
la única que nos resta
incluso cuando se ama;

que a veces no es suficiente
entregar lo que se siente
si el pesar al cielo clama.

Este poema fue publicado en el libro Leyendo Poesía in London © Todos los derechos reservados. El libro puede ser adquirido en el menú Tienda.

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