Tus zapatos

Quisiera entrar en tus zapatos
para entender tus caminos,
para comprender tus pasos;

así oler los mismos pinos,
ver los cielos que ya vimos
desde donde tú has pisado.

Hoy llenaría la horma
que amortigua tus pisadas,
sería en tus noches malas
quien a tu lumbre da forma
– te sería suelo firme
cuando no sabes decirme
si es anécdota o es norma,
si he de quedarme o irme,
si soy luz o si soy sombra.

Te entrego zapatos nuevos
para suelos movedizos;
si estamos asustadizos
cuando mal soplen los vientos
han de sernos los cimientos
para tiempos quebradizos.

Zapatos que ahora nos anclan
el uno al lado del otro
y el otro al lado del uno,
para que los pies nos bailen
como no bailó ninguno.

Lee el poema «Tus zapatos» de @dominguezireig

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Una mañana cualquiera

Serena te despierta la luz con su caricia
y te giras, desnuda, para encontrar mi cuerpo,
tú voz me quiera suya, tal es la avaricia,
que me falta voluntad para evitar el entuerto
– decides cuando el barco zarpa del puerto
sin que nadie lo impida, tal es la codicia.

Es tu tacto un guante de cachemir cosido
que paseas por mi tez, un tanto morena,
juegas a anular en mí quejido y pena
y en mi reacción, prometes: “yo no he sido”
– traviesos tus cantos, pícara sirena,
maltrecho mi barco, tocado y hundido.

Así como llevas la tormenta perfecta
invocas la calma con un chasquido,
te obedece mi mundo, hada insurrecta;
blanca la bandera de mi tesón rendido.

Diriges mi nave en dirección incierta;
bien sabes que ciego y a tientas te sigo.

Este poema fue publicado en el libro Leyendo Poesía in London © Todos los derechos reservados. El libro puede ser adquirido en el menú Tienda.

Lee el poema «Una mañana cualquiera» de @dominguezireig