El día menos pensado

No soy mucho de escribir sin rima
ni de dar a mis versos ritmos inconstantes.
Pero pienso que a veces
tal vez
quizás,
cuando el fondo acecha como un filo inquebrantable
desborda la forma
que se rompe
agoniza
muere.

Hoy es de esos días en que,
sin verlo venir,
en la placidez nocturna,
me embiste el repicar de la nostalgia.
Inmisericorde.

Las dudas sobre el por qué.
El temido y si.

Duele más el error no ejecutado
que el acaecido.
El preguntarte qué hubiera pasado
si el valor te hubiera permitido
saltar por la ventana.

Pero no.
Decidiste bajar las persianas,
refugiarte en tu torre de marfil
y no dejar entrar a los pájaros.

No sabrás nunca si eran ruiseñores
o cuervos.

Miras el rostro que el espejo te devuelve
como si fuera el de un extraño,
como si los surcos de tu cara
fueran de otra cara
y la tristeza de tus ojos
fuera de otros ojos.

Y allí, en tu soledad – que es mi soledad-,
en tu soledad, repito,
esperas sin remedio el arrancar del calendario.

Lee «El día menos pensado» de @dominguezireig

¿Te ha gustado? ¡Suscríbete! Nada de spam, solo mis últimos escritos.

Qué pena, señor

¿Dónde aprendió, señor, que al que le falta
también ha de faltarle usted al respeto?
Sepa que un trato humano tan escueto
dice mucho peor de al que le basta.

¿Quién le dijo, señor, que al que entrega
a nuestra patria todo con decoro
solo le debe usted el grito, el lloro
porque le hayan parido en otra tierra?

¿Cómo creyó, señor, que una hembra
que pudo ser la que le diera vida
merece el trato de su voz crecida?
Guárdese cuando recoja el que siembra.

¿Por qué pensó, señor, que el que ama
distinto a como usted no ha de sentarse
a su lado, como si no fiarse
pudiera decidirse en la cama?

¿Cuándo intuyó, señor, si es creyente
que no podía tener por hermano
a un compatriota sin afán cristiano?
El Padre da cobijo al diferente.

Qué pena, señor, el dolor demente
que causa usted con ese odio vano;
tras ese manto de delirio ufano
existe un mundo que no va a estar siempre.

Aproveche: aún no es tarde.
Aún no es tarde: aproveche.

Lee «Qué pena, señor» de @dominguezireig

¿Te ha gustado? ¡Suscríbete! Nada de spam, solo mis últimos escritos.

Te quise sin querer quererte

Te quería conocer sin entenderte,
te quería oír hablar sin escucharte,
te quería observar pero no verte,
te quería sentir cerca sin tocarte.

Pero debiste salir de alguna parte
que ignoraba antes de yo conocerte
e intentando apreciarte sin quererte
descubrí un mundo nuevo que entregarte.

Me envolvieron mis fantasmas por amarte,
enfrenté todas mis sombras por tenerte,
pero herido no hubiera podido serte
el amante que yo bregaba por darte.

Regresé a mis tinieblas sin mirarte
y venciendo mi pulsión de retenerte
decidí enfrentar solo nuestra muerte
para que la suerte volviera a encontrarte.⠀

Lee «Te quise sin querer quererte» de @dominguezireig

¿Te ha gustado? ¡Suscríbete! Nada de spam, solo mis últimos escritos.